Resumen:
La experiencia de salir de su lugar de origen y poder viajar es inconmensurable, única. Salimos al exterior a afrontar la vida, cuando se es expulsado, literalmente, al dar a luz la madre a su hijo. Cuando del calor y seguridad del hogar, una vez más, tenemos que desprendernos de ese espacio paradisiaco por acogedor e ir necesariamente a otro lugar: la escuela. La dinámica innata en todo ser vivo manifiesta en el crecimiento, desplazamiento y motricidad resulta irreversible. Tenemos entonces que la propia experiencia vital conduce al individuo de uno a otro sitio, en espacios y tiempos determinados, cultural, natural, histórica y socialmente.