Resumen:
El propósito de este trabajo es analizar las causas que impidieron a los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, llevar sus propuestas de reforma educativa en el Congreso, así como los factores políticos que le permitieron al gobierno de Peña Nieto, ubicar esta temática en el debate legislativo en ambas cámaras. La pregunta de investigación que guía el trabajo es: ¿Cuáles son los determinantes político-institucionales que le impiden o le permiten a los presidentes de la República que no cuentan con mayoría legislativa, colocar el debate de la reforma educativa en el Congreso de la Unión? La hipótesis que se plantea es la siguiente: En la medida que un presidente de la República tiene dificultades para formar mayorías legislativas multipartidistas en la Cámara de Diputados y en Senado, independientemente del número de escaños con que cuente su partido, tendrá más limitaciones para llevar temas altamente controversiales al Congreso, como es el caso de la reforma educativa. Al contrario, entre mayores facilidades tiene un presidente de la República para conformar mayorías multipartidistas en la Cámara de Diputados y en el Senado, tendrá menos limitaciones para llevar temas altamente controversiales al Congreso. Cuando se habla a dificultades o facilidades para conformar mayorías legislativas, significa la capacidad del partido del presidente para negociar con éxito sus propuestas con el conjunto de fuerzas partidistas con representación en el Congreso, es decir, la habilidad que tiene el Ejecutivo y sus legisladores para lograr que sus iniciativas sean apoyadas por el número necesario de diputados y senadores para que se apruebe. El trabajo se divide en cinco apartados. En el primero se hace un recuento del contexto político que hizo posible la promoción de una reforma educativa considerada “radical”, en la medida que rompió el status quo de la relación que se mantuvieron por décadas la Presidencia de la República, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el magisterio y su sindicato. En el segundo se hace un recuento de los limitados alcances de las propuestas de reforma educativa de los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Al respecto se destaca la debilidad política de los presidentes en turno y la consecuente necesidad de apoyo del sindicato magisterial y su dirigencia nacional. En el tercer apartado, se explica las circunstancias políticas que le permitieron a Peña Nieto impulsar una reforma educativa de largo alcance en el Congreso, pues afectó los fueros políticos del SNTE.