Resumen:
Los insectos, desempeñan diversas funciones en los ecosistemas donde habitan, de las cuales los seres humanos y otros organismos obtienen beneficios tanto directa como indirectamente. Estas relaciones de beneficios, son estudiadas bajo el concepto socioecológico de servicios ecosistémicos.
En la presente investigación, se identificaron y caracterizaron los servicios ecosistémicos de las larvas de una especie de coleóptero de la familia Cerambycidae, conocidas como “chizas” por los habitantes del municipio de Isidro Fabela, Estado de México. Primeramente, se identificó la especie a través del cultivo de las larvas y el uso de claves taxonómicas. A la par, se describieron cualitativamente aspectos de su ciclo de vida por medio del registro de observaciones durante el proceso de crianza y muestreos ecológicos bimensuales durante un año en dos parcelas de muestreo permanente. Asimismo, se realizaron entrevistas semiestructuradas y observación participante, con el fin de documentar el conocimiento entomológico tradicional y percepción en torno a su consumo.
Los resultados indican que las “chizas” del municipio de Isidro Fabela, son las larvas del cerambícido Trichoderes pini Chevrolat 1943, y participan en los servicios ecosistémicos de regulación y soporte a través de la barrenación, digestión y degradación de la madera en descomposición, que funge como su fuente de alimento. Por otro lado, participan en el servicio ecosistémico de provisión de alimento al ser consideradas como un recurso alimenticio por los habitantes de las comunidades cercanas, quienes las incluyen en su dieta en la temporada de abundancia que abarca los meses de febrero a mayo, pero también cuando no tienen acceso a otros alimentos. Finalmente, brindan el servicio ecosistémico cultural al prevalecer conocimiento tradicional en torno a los árboles de los que se recolectan, técnicas para su recolecta, diversos modos de preparación para su consumo, así como el sentido de pertenencia e identidad cultural que confiere utilizar un nombre común derivado de un vocablo otomí incluso cuando la mayor parte de la población es mestiza.
Es importante continuar con el monitoreo de las larvas y adultos de este escarabajo, ya que también se tiene la percepción de que sus poblaciones han disminuido y por lo tanto, podrían perderse todos los servicios ecosistémicos que brindan.