Resumen:
La relación histórica entre un tipo de actividad económica y la conformación de las ciudades no puede concebirse sin antes haber pasado por la actividad comercial, es decir, el surgimiento y desarrollo de las ciudades gira en torno al comercio (Carreira, F. 2010: s/p).
Desde las primeras manifestaciones de intercambio de productos agrícolas dadas en un cruce de caminos que servía de punto de encuentro; un lugar resguardado por ríos o costas que permitían el intercambio de materias primas a través de un puerto; o un asentamiento estratégico en el que a su alrededor se formaba un trasiego de diezmos y tributos al señor, estos primeros mercados dieron lugar al establecimiento de otros oficios artesanales con vocación comercial, generándose de esta manera la agrupación de negocios por gremios a lo largo de entramados y calles a partir de un punto de origen desde el que se conformaría la ciudad (Carreira, F. 2010: s/p).
Descripción:
Otro rasgo importante de los centros comerciales también radica en las repercusiones sociales y al espacio urbano posteriori. Para lo cual han surgido dos debates al respecto: primero ante la pregunta ¿Cuáles son las modificaciones sociales? y segundo ¿Cuáles son sus impactos urbanos?
Respecto al primer debate, según Inés Cornejo (2006) se reiteran en estudios diversos las descripciones, estereotipos y analogías entorno al centro comercial como un nuevo espacio de socialidad: micro-ciudad, nave espacial, vientre femenino, objeto- monumento, cápsula-confort, localidad fortificada, templo del consumo, universo del engaño, signo de la modernidad o posmodernidad, centro de ciudad o lugar emblemático de la globalización. Pese a estas múltiples denominaciones, existe cierto consenso entre quienes desde la sociología, la antropología, la historia, la geografía o la comunicación han investigado la apropiación que los visitantes asiduos hacen del centro comercial. Para la mayoría de estos autores, dicha perspectiva trasciende la dimensión mercantil para situarse en la simbólica.
Respecto al segundo debate, los promotores de estas inversiones afirman tener un impacto beneficioso al crear polos de desarrollo que generan empleos. Esta aseveración es cuestionable. Muchas veces lo que pasa no es que se generan nuevas dinámicas económicas sino que las dinámicas económicas se trasladan a un único punto de encuentro: los centros comerciales (Regazzoli, J. 2015: s/p).