Resumen:
La sal es un elemento esencial en la configuración cultural de una sociedad, se trata de un complemento alimenticio humano y animal importante, tanto para su consumo directo como para la preservación de los alimentos. En la época prehispánica la explotación de sal se efectuó principalmente en lugares costeros, sin embargo, hoy en día se han descubierto e investigado algunos de los muchos sitios salitrosos que son iguales de antiguos y que existen dentro del territorio mexicano, donde su origen se encuentra en lagos, ríos y manantiales (principalmente en depósitos subterráneos llamados veneros). En el municipio de Tejupilco, Estado de México, existe un poblado llamado San Miguel Ixtapan, que por increíble que parezca sigue prevaleciendo la producción de sal por un método tradicional y tan antiguo, donde la comunidad converge en lo prehispánico y sus pobladores se desenvuelven arqueológicamente con las costumbres y rutinas que no solo hablan de historia, sino también de aspectos socioculturales y arqueológicos. Siendo una comunidad tan antigua y que ha prevalecido hasta nuestros días, la investigación fue aplicada a través de la metodología etnoarqueologica, orientada en registrar y describir el proceso actual de producción de sal con métodos tradicionales, observando el proceso, las herramientas, usos y costumbres en los que está envuelta la vida de un salinero, tomando en cuenta la evidencia arqueológica y etnográfica que presenta esta sociedad. La sal pasa de ser un condimento alimenticio, a ser un producto que juega un papel importante para la sociedad que la consume y para aquellos que la producen por tradición y que son parte de una cultura que ha logrado permanecer a través del tiempo.