Resumen:
Las Instituciones de Educación Superior (IES) han sido consideradas desde el imaginario colectivo lugares en donde priman valores como el respeto, la tolerancia y el diálogo, sin embargo, “la violencia se encuentra en todas partes, en todo lugar donde se mantienen relaciones interpersonales de poder, aunque en muchas ocasiones es invisibilizada y poco reconocida por ser considerada parte de la cultura y de la forma de ser de las personas y no como un problema social” (Ruíz Ramírez y Ayala Carrillo, 2016: 22).
Específicamente la violencia de género en las universidades públicas es un hecho frecuente pero poco reconocido y estudiado en México porque significa cuestionar esos espacios de tolerancia, respeto y diálogo, pero también por la subestimación de los datos al respecto, ya que la medición de la violencia de género es compleja, pues para lograrla se requiere resaltar la importancia social y política del tema y que las universidades apoyen a las víctimas generando recursos de acompañamiento, denuncia y sanción. De lo anterior se desprende que se den pocas respuestas efectivas desde los centros de educación superior que albergan a miles de estudiantes, quienes en muchos casos son menores de edad (Mendoza, 2013; Mora, 2011). Vale la pena cuestionar el motivo por el que se dan pocas alternativas de atención a la violencia de género: a) si es porque las universidades invisibilizan el tema o, b) porque no se sabe qué hacer al respecto por la falta de una ruta crítica, o es por ambas razones.
Por lo anterior, el objetivo del presente trabajo es presentar el protocolo de atención psicológica con perspectiva de género para los casos de violencia de género, construido a partir del diagnóstico de las condiciones y características de este tipo de violencia entre el estudiantado del Campus “El Cerrillo” inscrito durante el semestre 2019A que acudió al Programa Institucional de Atención Psicológica de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).