Resumen:
La enfermedad renal crónica (ERC) es una patología frecuente en perros y
gatos, y se define como la alteración progresiva e irreversible de la función y/o
estructura renal. Debido a que tiene la característica de progresar de forma
autónoma una vez se alcanza cierto grado de deterioro del parénquima, y a causa
de su carácter progresivo es importante diagnosticarla de forma temprana, junto a
las causas que la originan, y a los factores de progresión implicados.
La International Renal Interest Society (IRIS) ha propuesto lineamientos con
el objetivo de unificar los criterios diagnósticos, estadificación de la enfermedad y
manejo terapéutico. Destacando el abordaje diagnóstico sistemático a partir de
factores de riesgo, el uso de diferentes marcadores de función renal, y que
terapéuticamente, el control oportuno de los factores de riesgo que contribuyen a la
progresión de la ERC favorece una menor morbilidad y mortalidad.
En medicina veterinaria se ha estudiado a la proteinuria, hipertensión arterial
sistémica e hiperfosfatemia como factores progresión relacionados con la presencia
de la enfermedad, pero en pocos estudios se ha estudiado de forma integral con un
modelo de seguimiento longitudinal su impacto en el curso de la enfermedad. A su
vez, existe escasez de información acerca del comportamiento de la proteinuria
respecto al patrón electroforético en los diferentes estadios de ERC, su relación con
la progresión de la lesión renal, y su utilización para realizar el seguimiento de la
enfermedad y monitoreo de la respuesta al tratamiento.
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El objetivo de este trabajo fue describir la progresión de la ERC en perros
diagnosticados en diferentes etapas de la enfermedad, realizando el control de los
factores de riesgo -de inicio de enfermedad, de progresión y complicantes-; y definir
las características de los patrones electroforéticos en los diferentes estadios de ERC
y su relación con la magnitud de la proteinuria.
La investigación se realizó en el Hospital Veterinario de Pequeñas Especies
de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma del
Estado de México, Toluca-México (HVPE-UAEMex); con perros que asistieron al
área de medicina interna por diferentes motivos de consulta, e identificados con
factores de riesgo para presentar la ERC; incluyendo aquellos con diagnóstico y
estadificación de la enfermedad, y con un seguimiento longitudinal máximo de 730
días. Se analizaron las características de la progresión de la ERC, evaluando la
mortalidad y supervivencia, la presencia de enfermedades concurrentes
involucradas, y el comportamiento de los patrones electroforéticos durante el tiempo
y su asociación con la magnitud de la proteinuria.
Fueron analizados un total de 545 perros que presentaron factores de riesgo
para desarrollar ERC, diagnosticándose la enfermedad en 162 casos, de los cuales
36 cumplieron con los criterios de inclusión. Dentro de los factores de riesgo
encontrados, la edad avanzada se identificó en el 80.6% de los casos; mientras que
los factores de inicio de enfermedad fueron representados por enfermedades
inflamatorias/infecciosas, historia de procedimientos anestésico-quirúrgicos,
cardiopatías, neoplasias, endocrinopatías y la exposición a fármacos nefrotóxicos.
Con base en el protocolo diagnóstico sistemático y estadificación de la ERC
propuesto por IRIS, el 55.6% de los pacientes fue ubicado en el estadio I, el 22.2%
se clasificó en estadio II, el 8.3% en estadio III, y el 13.9% en el estadio IV.
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Durante el período de seguimiento, se identificó progresión de la ERC en el 47.2%
de los casos estudiados, siendo más marcada en estadios avanzados -III y IV-,
asociado a la presencia de las enfermedades concurrentes o a las consecuencias
asociadas a la severidad de la ERC, secundarias al síndrome urémico observado
solamente en estadios de ERC avanzados. La supervivencia general del total de la
población fue del 44.4%, observando una diferencia significativa entre las curvas de
supervivencia entre estadios tempranos y avanzados. La mortalidad específica
asociada a la ERC fue del 19.4% y la mortalidad proporcional del 35.0%.
Los factores de progresión y complicantes de la ERC que presentaron
diferencias entre los estadios de enfermedad fueron las variables asociadas a la
tasa de filtración glomerular -dimetilarginina simétrica, creatinina, y urea sérica-,
densidad urinaria, fósforo sérico, hematocrito y condición corporal. Dentro de los
factores que se asociaron con la supervivencia, se pudo identificar al aumento de
los niveles séricos de los marcadores de tasa de filtración glomerular -SDMA y
creatinina-, a la presencia de hiperfosfatemia, anemia, y baja condición corporal; no
encontrándose diferencias para la presencia de hipertensión arterial y proteinuria
renal, asociado a manejo terapéutico efectivo de estos factores.
Al evaluar el patrón electroforético y su relación con la magnitud de la
proteinuria, se pudo observar una mayor variabilidad en la severidad de los
patrones en los pacientes clasificados en estadios de ERC tempranos. No se
encontró una relación estadísticamente significativa entre la disminución de la tasa
de filtración glomerular y el agravamiento del patrón electroforético, ni relación
estadística entre la reducción objetiva de la magnitud de la proteinuria y el
agravamiento o estabilidad del patrón electroforético. Sin embargo, se observó en
pacientes en estadios tempranos que presentaron mejoría en el patrón
electroforético glomerular una reducción simultánea de la magnitud de la
proteinuria, no evidenciando esto en pacientes con patrón mixto.
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En conclusión, en este estudio se observó una relación entre el diagnóstico
temprano de la ERC y el impacto positivo del tratamiento terapéutico de los factores
de riesgos. El diagnóstico de ERC basado en el hallazgo persistente de anomalías
en los marcadores tempranos de la enfermedad, como dimetilarginina sérica y/o
proteinuria renal, el tratamiento terapéutico oportuno de los factores de progresión
y complicantes, junto con la identificación de enfermedades concurrentes
relacionadas, permitió la estabilización de la ERC, reduciendo la progresión a
etapas avanzadas y favoreciendo tasas de supervivencia más altas. A su vez, el
patrón electroforético demostró ser una herramienta útil para detectar los cambios
en la severidad del daño en la nefrona en estadios tempranos de ERC.