Resumen:
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) representa un cruento padecer, que demanda una permanente atención, en este sentido la realidad social del paciente renal denota, una enfermedad que además de ser una condición clínica determinada por la reducción en el filtrado glomerular que afecta a la eliminación de los productos azoados del organismo, también representa una condición que mantiene al paciente renal, inmerso en un permanente contexto de dependencia tanto física como psicológica y social; al respecto datos del (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2018) ubican a la ERC dentro de las 10 primeras causas de muerte en México.
En el contexto mundial, estudios señalan que la ERC registró de 1990 al 2015 un incremento en su tasa de mortalidad del 108% mientras en el ámbito nacional, se identificó a la Diabetes Mellitus (DM) como la principal causa de esta enfermedad, de forma tal que, durante dicho período, la mortalidad por nefropatía diabética avanzó del 19º lugar al 3º estas cifras representan un incremento del 670% (Torres-Toledano, Granados-García y López-Ocaña, 2017).
Lo anterior coloca a la ERC como un grave problema de salud cuya magnitud recientemente hemos comenzado a vislumbrar, por lo cual resulta inconcebible que hasta el día de hoy México no cuente con un completo y veraz registro nacional, que proporcione datos precisos sobre este padecimiento y las personas que lo sufren (Tamayo y Lastiri, 2016).
Es importante señalar que, si bien es cierto, la etiología y las complicaciones de la ERC responden en gran parte a condiciones de carácter biológico, también es cierto que las actuales condiciones sociales del país, han generado un escenario en salud permeado por la inequidad y la injusticia social, circunstancias que potencializan el proceso patogénico.
Al respecto la (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2008) en el informe sobre la salud en el mundo indica: “muchas de las causas básicas de la mala salud y de la enfermedad escapaban al control del sector de la salud y por lo tanto, deben abordarse a través de un enfoque amplio que abarque a toda la sociedad”.
Es así que con la finalidad de enfrentar de manera puntual y precisa a las inequidades sociales en salud presentes en todo el orbe, la OMS instituyó en el año 2005 a la Comisión Sobre Determinantes Sociales de la Salud (CDSS).