Resumen:
La biodiversidad y los servicios ecosistémicos son fundamentales para el bienestar humano. La educación ambiental busca formar una concientización de la población mediante sus diferentes métodos. Este estudio se enfocó en la educación no formal con niños y jóvenes del municipio de Temoaya, territorio rico en recursos naturales, pero también con serios problemas ambientales. Esta investigación buscó la transferencia de información científica a través de pláticas de educación ambiental gratuitas en escuelas del municipio de Temoaya, en nivel primaria, secundaria y bachillerato, donde se explicó a niños y a jóvenes (de 9-18 años) la importancia de los bosques, la flora, la fauna, los hongos, así como los problemas ambientales del municipio. Antes de las pláticas se aplicaron cuestionarios a los alumnos, para conocer sus percepciones y saberes sobre los temas abordados. Además, se invitó a los niños y jóvenes a participar en un concurso de carteles, con el que se buscó promover la participación de los padres de familia y estudiantes. Se logró transferir información y promover la participación a más de 4500 niños y jóvenes en 28 escuelas durante los meses de abril a junio. Los niños y jóvenes reconocen el Centro Ceremonial Otomí como uno de los elementos de identidad más importantes en su municipio, y la contaminación y la basura como lo que no les gusta. Así mismo, la mayoría tiene interés en hacer una diferencia en su municipio, por ejemplo: hacer limpieza, que haya naturaleza, aunque es de alguna manera preocupante que a muchos les hace ilusión transformar a Temoaya en una ciudad. La intervención de 49 carteles en el concurso mostró cómo los niños y jóvenes representan elementos de la naturaleza de su municipio y el Centro Ceremonial Otomí como un espacio distintivo. Se espera que este primer acercamiento haya logrado un avance en la concientización de los escolares, sus profesores y familiares.