Resumen:
El cáncer es la tercera causa de muerte a nivel mundial, en donde el carcinoma de células renales representó el 3.3% de los padecimientos oncológicos en 2012. Este se reporta más en países desarrollados, en un promedio de edad de 65 años, y a la vez más en hombres. Para su aparición influyen factores externos (como contaminación o tabaquismo) e internos (factores genéticos), por otra parte, más del 50% son detectados de imprevisto y, aunque el primer tratamiento es una nefrectomía, aún hay pacientes que alcanzan metástasis tras ello, en dicho caso, la primera línea de tratamiento consiste en inhibidores de tirosin quinasa y en segunda línea inhibidores m- TOR. Estos medicamentos como terapia dirigida contra dicho padecimiento han mostrado diferencias entre sí, tanto en efectividad como toxicidad, por factores étnicos como genéticos, lo cual ha generado un impacto económico a hospitales. Además, en México hacen falta estudios farmacoepidemiológicos que fortalezcan el uso racional de medicamentos. Debido a esto, el objetivo de este trabajo fue evaluar, tras un estudio farmacoepidemiológico, los tratamientos farmacológicos empleados para carcinoma de células renales metastásico en el Centro Oncológico Estatal ISSEMyM, para lo cual, se realizó un estudio retrospectivo que incluyó a pacientes con carcinoma de células renales metastásico bajo terapia blanco entre enero 2012 a junio 2018, primero se evaluó la eficacia del tratamiento por supervivencia libre sin progresión y supervivencia global, seguido de toxicología por eventos adversos y anormalidades de laboratorio. La utilización de medicamentos se midió según las historias clínicas y reportes en el expediente, finalmente se calcularon los costos por medicamento en línea terapéutica. Se analizaron 164 expedientes clínicos, de los cuales, 51 pacientes cumplieron los criterios de inclusión, la mayoría hombres (60.78%), con un promedio de edad general de 57 años. En cuanto a eficacia, por supervivencia libre sin progresión, en primera línea sorafenib mostró mayor mediana y en segunda línea everolimus, mientras que la supervivencia global de los medicamentos empleados fue de 2052 días. Al evaluar toxicidad, fueron los inhibidores de tirosin quinasa los que más reportaron eventos adversos, principalmente gastrointestinales y hematológicos. Por otra parte, se encontraron casos de uso irracional de medicamentos, la mayoría por interacción fármaco-fármaco. En cuanto a farmacoeconomía fue bevacizumab quien más costos representó en primera y segunda línea de tratamiento, en tercera línea fue sorafenib. Los resultados obtenidos mostraron a bevacizumab como el fármaco de menor efectividad en primera línea de tratamiento, además de que presentó mayor número de eventos adversos mayores a grado 3, y el más costoso en primera y segunda línea de tratamiento. Los hallazgos proponen individualizar la terapia y llevar un seguimiento más estrecho hacia los pacientes.