Resumen:
En el siguiente trabajo de investigación se busca proponer una interpretación de la novela El luto humano de José Revueltas con base en la relación que la misma guarda con la teoría mitológica y su propia composición literaria, ya que hay referencias que llevan al lector a pensar en las estructuras que componen al pensamiento mitológico, tal es el caso de arquetipos, símbolos, ciclos de destrucción y regeneración míticos. Conocer a profundidad cada uno de estos elementos permite identificar la presencia de ciertas discordancias o contradicciones que resignifican a los motivos ya prestablecidos y conducen a la interpretación por el camino de la responsabilidad humana.
Los componentes de la novela que tienen referentes mitológicos son algunos personajes (Natividad, Adán y Cecilia), el tiempo y espacio primordial del mito diluviano, los cuales se mezclan y contraponen con personajes que se construyen desde cero o a partir de aquellos que ya tienen un destino definido (Úrsulo, Marcela, Calixto y Calixta) y con situaciones que se desvían de lo preestablecido en el pensamiento de las culturas antiguas, en sus mitos, costumbres y que determinan, como puede verse en la novela, la vida del ser humano, al menos en parte y a simple vista, cuando éste no quiere responsabilizarse de su propio destino. Lo mitológico se presenta desde la perspectiva teórica de Mircea Eliade, Carl Jung y Helia Sheldon, principalmente, mientras que las propuestas que llevaron hacia una interpretación encaminada a la responsabilidad humana desde lo propuesto por Edith Negrín y Marilyn R. Frankenthaler. El estudio de la estructura literaria está constituida desde la propuesta teórica de Luz Aurora Pimentel.
Así, aparentemente, lo mitológico señala un camino preestablecido en la composición de la novela: los personajes no tienen el control sobre lo que les sucede, pero al identificar ciertas ambivalencias y contradicciones en el contenido, esta concepción cambia; ahora los personajes no sólo son influenciados por el espacio-tiempo, sino que tienen participación activa en los cambios que presenta su mundo y se convierten en elementos activamente responsables de lo que representan y de lo que les rodea aunque esto no sea lo que desean.