Resumen:
El paisaje visto desde la ciencia geográfica, se entiende como una categoría de análisis espacial integrada por elementos sociales y naturales (bióticos y abióticos), en donde existen una serie de interrelaciones de sus elementos. La variabilidad de los paisajes físico–geográficos responde a la distribución espacial de los elementos indicadores del paisaje (litología, relieve, clima); complementada por el comportamiento de los componentes diferenciadores (suelo, tipos de vegetación y usos de suelo).
Los estudios del paisaje permiten un análisis integral del espacio a partir de la caracterización de sus componentes y del resultado espacial de las relaciones entre éstos (Carbajal, Hernández & Bollo, 2010).
El comportamiento sistémico del paisaje es vulnerable ante las modificaciones realizadas por diversas causas, siendo una de estas causas o factores la intervención del hombre a través de la implementación de distintas actividades caracterizadas en muchas ocasiones por carecer de una planeación previa (actividades humanas no sustentables).
La creación de Geoparques como una estrategia de conservación del patrimonio Geológico y Geomorfológico ha tenido importante impacto cultural y económico desde sus inicios en los países europeos, ya que favorecen un adecuado manejo de los compoentes del paisaje y promueven el desarrollo económico de la población en donde se encuentran.
El desarrollo geológico-geomorfológico de México permitió la existencia de una amplia geodiversidad, en donde existen paisajes representativos y estéticos, los cuales serían idóneos para instrumentar proyectos de creación de geoparques, sin embargo, estas estrategias de gestión aún no son bien conocidas por parte de profesionistas y del sector gubernamental, sólo algunos especialistas conocen este tipo de proyectos, por lo que se considera que el territorio mexicano tiene la potencialidad para gestionar la declaración oficial de más geoparques, los cuales se vinculen de manera directa y positiva a la naturaleza con el hombre y de esta manera conseguir beneficios culturales y sustentables, mediante la conservación y manejo de los componentes del paisaje.