Resumen:
La razón de ser de un gobierno es ver por el buen funcionamiento del Estado, garantizar su conservación así como cumplir con sus funciones encomendadas las cuales son: a) Trabajar por el interés general o bien de la comunidad política, b) Formar ciudadanos virtuosos, c) Establecer la justicia con equidad, c) Garantizar la libertad, d) garantizar protección y seguridad, e) Satisfacer las necesidades básicas de la comunidad política. La suma de estos propósitos dará origen al propósito mayor que es lograr la felicidad de los ciudadanos.
Si bien todo gobierno tiene por función gobernar logrando los objetivos señalados, no todo gobierno logra estos cometidos. Esta situación da sustento a una clasificación de gobiernos, que proviene desde la antigüedad, que son los gobiernos justos y gobiernos injustos o bien, El Buen Gobierno y el Mal gobierno.
Gobernar no es tarea fácil, implica una gran preparación, compromiso con el conocimiento, no sólo de política sino de otras disciplinas, filosofía, ética, historia o derecho. No obstante, en la época contemporánea muchos aspirantes a los cargos públicos y a gobernar, aun siendo incapaces y faltos de preparación, se consideran capaces de ocupar los cargos de gobierno. Lo preocupante es que muchos logran ocupar los sin merecerlos dando por resultado múltiples situaciones de corrupción: ineptitud, negligencia, nepotismo, usurpación, etc.
Los gobiernos son necesarios pues sin gobernantes un Estado no puede existir; si nadie se preocupa de los intereses del Estado, este simplemente va decayendo hasta morir, situación que es aprovechada por pequeños grupos para beneficio propio.
Para la buena marcha de la administración, para que esta de resultados satisfactorios a la ciudadanía necesitamos, no un gobierno cualquiera sino un Buen Gobierno. Pero ¿qué se necesita para contar con un buen gobierno? ¿Cómo se construye un Buen Gobierno? He aquí las preguntas que dar origen a este trabajo.