Resumen:
Los residuos sólidos urbanos tradicionalmente se han manejado desde una perspectiva lineal; producir, consumir y desechar, esto, ha originado diversas problemáticas ambientales, de salud y que los servicios de recolección no sean suficientes, por lo tanto, se han generado propuestas de solución desde la gestión integral que promueve acciones de reducción, reúso y reciclaje, no obstante, esta nueva manera de gestionar los residuos se ha encontrado con diversos obstáculos en su implementación, en su mayoría derivados de la falta de coordinación entre los actores involucrados. En este sentido, la presente investigación aborda el análisis de la gestión de los residuos sólidos urbanos desde dos enfoques: la sostenibilidad en el manejo de recursos y las redes de gobernanza de los actores, con el objetivo de evaluar el desempeño que han tenido los actores dentro de la gestión actual de los RSU del municipio de Toluca con respecto a la estrategia basura cero, cuyo principio fundamental es que todo residuo debe ser considerado como recurso en un nuevo proceso productivo. Para lograrlo, se diseñó una metodología de 25 indicadores, recuperados de estudios de referencia en tres vertientes; gestión integral, manejo circular y de gobernanza para la gestión de residuos, seleccionados bajo criterios de pertinencia, funcionalidad, disponibilidad, confiabilidad y utilidad con respecto a la zona de estudio, el conjunto de indicadores se divide en tres variables; población (sociedad de consumo), responsabilidad ampliada del productor (industria) y gobierno local (figura encargada de la prestación del servicio de limpia y recolección de residuos).
Descripción:
El ser humano requiere de energía y recursos para el desempeño de sus actividades diarias, las cuales a su vez generan residuos (Tchobanoglous, Theisen y Vigil, 1994). Para las sociedades primitivas no representaba un problema, ya que en su mayoría se generaban desechos orgánicos que eran absorbidos por ciclos naturales, y ello no demandaba una actividad específica para su manejo. No obstante, con la evolución del hombre y sus actividades se generó un cambio de modelo natural “circular” a uno modificado por el hombre “lineal” (Barles, citado en Jiménez, 2017). Esto, en gran medida, se debió al incremento de población, procesos de urbanización (Semarnat, 2015) e industrialización (Jiménez, 2017), además de la aparición del fenómeno de globalización económica que provocó un incremento en el patrón consumista, que tiene que ver con la adquisición de objetos, bienes y mercancías que cumplen una función y son desechados sin que necesariamente sean inútiles (Bernache, 2011).