Resumen:
En el Estado de México, las actividades de carácter agropecuario tienen un papel fundamental en el engranaje de la economía local, regional y estatal. En el año 2018, se registró una producción de 429,786 litros de leche, 172,659 toneladas de carne en canal y 95,330 toneladas de ave de engorda, representando las principales actividades ganaderas de la entidad (SAGARPA, 2018). Otra actividad pecuaria que paulatinamente está cobrando importancia y se encuentra en constante crecimiento, es la producción cunícola. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, estimó que en el año 2016, la producción nacional de carne de conejo superó las 15 mil toneladas, siendo las entidades de mayor producción Puebla, Tlaxcala, Morelos, Michoacán, Querétaro y el Estado de México, siendo este último el principal productor y consumidor de carne de conejo (SAGARPA, 2016). Si bien la cunicultura en el Estado de México se encuentra en constante crecimiento, sigue siendo en su mayoría una actividad de traspatio y de subsistencia alimentaria (Comité Nacional Sistema Producto Cunícola, 2017). Uno de los mayores problemas que enfrenta la producción cunícola de traspatio, es la falta de información respecto a las buenas prácticas de producción pecuaria, especialmente las relacionadas a los temas de sanidad, bioseguridad y bienestar animal. Dicha situación puede favorecer la presentación y replicación de agentes patógenos causales de diversas enfermedades, entre ellas, las de carácter entérico, mismas que tienen una gran importancia dentro de las producciones debido a su impacto productivo y económico (Lavazza et al., 2008; Papp et al., 2013a). Uno de los agentes patógenos que pueden causar signología entérica en la población cunícola, es Rotavirus (RV) (Lavazza et al., 2008; Kerr y Donnelly, 2013). Rotavirus especie A (RVA). Rotavirus son agentes virales pertenecientes al reino Riboviria, familia Reoviridae, subfamilia Sedoreovirinae, género Rotavirus (ICTV, 2018), los cuales son considerados una de las principales causas de diarrea viral aguda en humanos y en diversas especies animales en todo el mundo (Estes y Greenberg, 2013; Troeger et al., 2017).