Resumen:
En la primera parte del artículo se analizan diferentes miradas y propuestas en relación con la definición de paz y de educación para la paz, para así comprender cómo es que actualmente se construye la perspectiva holística de la paz, y cómo ha dado pie a un cambio en el actuar de la educación para la paz. En la segunda parte se presenta el trabajo realizado en una escuela primaria llamada Instituto Nevadi, en la cual, a partir de la propuesta del Método transcend, se llevó a cabo un diagnóstico sobre las condiciones de paz, conflicto y violencia que han vivido miembros de la comunidad educativa durante el periodo de distanciamiento social generado por la pandemia de COVID-19. A partir de los resultados obtenidos se plantea un pronóstico para los próximos meses y una propuesta de tratamiento para la misma comunidad educativa.
Descripción:
El concepto de paz posee una amplitud de significados, según la cultura y el momento histórico en el que se concibe y estudia, sin embargo, de manera general, se entiende como “una palabra que está relacionada con el bienestar de las personas.” (López, 2004, p. 885). La paz es un proceso, no un punto de llegada o un “evento puntual, situado en el lado positivo o en el lado negativo, ni estático, sino que es más bien un proceso dinámico que tiene que ver con la transformación creativa y noviolenta de los conflictos” (Trifu, 2018, p. 41). Es por esto que la búsqueda de la paz dicta en los seres humanos muchas de sus conductas. Tradicionalmente, el pensamiento occidental ha promovido la concepción más difundida de paz. De acuerdo con Galtung (1967), la pax romana es el concepto que dio pie a la visión de que la paz es ausencia de violencia, pues era entendida como ausencia de conflictos bélicos. En la segunda mitad del siglo XX se fue ampliando y profundizando esta visión, fue así como en la década de los sesenta, Galtung propuso el concepto de paz positiva, para justamente comprender la paz más allá de la ausencia de guerra. Era cada vez más clara la necesidad de integrar los diversos elementos que construyen la paz. Groff y Somker identificaron en 1996 siete perspectivas sobre las cuales se iban desarrollando los Estudios para la Paz (EpP): Paz como ausencia de guerra (paz negativa), paz como equilibrio de fuerzas en el sistema internacional, paz positiva, paz feminista, paz ecológica, paz holística interior y exterior, paz intercultural. En este contexto, se fue observando que la paz negativa no comprendía todos los elementos que generan la violencia. Ya decía Vicent Martínez en 2004: “parece que siempre que intentamos hablar de la paz empezamos refiriéndonos lo que no es paz. Es decir, hablamos de paz en sentido negativo” (Martínez, 2004, p. 916). Esto se debe a que “la filosofía y las ciencias humanas y naturales, han experimentado una seducción por el estudio de la violencia y la guerra como fenómenos humanos, dejando fuera de análisis la dimensión de la paz y la noviolencia” (Comins, 2018, p. 46).