Resumen:
A través de su narrativa, Amparo Dávila plantea temas de interés antropológico y filosófico, en tanto que refieren a inquietudes de un ser humano universal. En el cuento “Árboles petrificados”, la autora invita a observar con detenimiento antes de sacar conclusiones, pues la perspectiva del personaje principal —engañosa y tajante a la vez— es determinante: pasado vívido y futuro idealizado son arrastrados a un perpetuo presente. Por lo tanto, más allá de un intento por definir el tiempo o de realizar una mera descripción de él, se deja ver una cuestión de gran peso: la preocupación por lo finito y lo infinito, regida por las pasiones humanas.
Inspirada en el modelo de la triple mímesis de Paul Ricoeur, esta propuesta interpretativa está dividida en tres capítulos. En un primer momento se ofrece un panorama general en cuanto a temporalidad, que lleva a definir conceptos base como triple presente y tiempo lingüístico. Eso traza el rumbo para analizar el tiempo desde el modo en que es expresado, lo que permite comprender los juegos construidos entre el tiempo lingüístico y el tiempo narrativo. Finalmente, se entabla un diálogo entre las metáforas y los símbolos del cuento, pues contribuyen a esclarecer la idea de eternidad e instante que es sugerida.