Resumen:
El presente trabajo hace un análisis teórico-reflexivo sobre la importancia de la formación profesional y la educación en valores para transicionar hacia modelos incluyentes en la diversidad cultural, propios del entorno globalizado e hiperconectado de las sociedades modernas. Se contextualiza a la interculturalidad como elemento clave para vincular los procesos de enseñanza-aprendizaje con las singularidades y problemáticas asociadas el etnocentrismo cultural y la alteridad. En este sentido, el trabajo se enmarca dentro de una revisión temática que contribuya a la comprensión, inclusión y reconocimiento de la diversidad cultural, racial y étnica en los distintos espacios formales del aprendizaje. En suma, la educación en valores y la transversalidad, son la base para la construcción de la interculturalidad educativa en futuras generaciones.