Resumen:
Debido a que en la zona centro de Toluca no existen espacios para construcciones nuevas, se utilizan las existentes para diferentes usos como lo son: oficinas, comercio, comida y vivienda. A esto se le conoce como reciclaje de edificios, y el significado que tiene para la autora Ilda Roldán es:
El reciclaje dentro del contexto del patrimonio cultural edificado, se refiere a la acción de reintegrar el patrimonio edificado a su valor utilitario por medio de un proceso o metodología que permita la lectura continua de las formas históricas y la integración de funciones nuevas asegurando así su presencia dentro de un contexto social actual. El reciclaje hace alusión a los ciclos que conlleva su reintegración utilitaria, ya que ha sido sometido a un proceso metodológico en el momento de su concepción, integrando sus condicionantes contextuales y funcionales, mismo ciclo que se repetirá al actualizar sus funciones.
La mayor parte de estos edificios son casonas antiguas del siglo XIX, no todas han tenido el mantenimiento necesario que las construcciones requiere, así que algunas se encuentran en abandono (Imagen 1), deterioro o solo se conservan las fachadas. Estas edificaciones se resguardan por el INHA para su preservación, pero debido a que las construcciones naturalmente fueron pensadas para viviendas de la época llegan a tener deficiencias al adaptarse a un nuevo uso, generando un mal funcionamiento dentro de ellas. Existen diferentes maneras de reutilizar los edificios:
Casi siempre los espacios preexistentes han sido transformados de forma inconsciente en sus rasgos formales y estructurales, aunque también se dan casos en los que inconscientemente se busca dialogar con el pasado, ya sea utilizar su mismo lenguaje o al introducir conceptos distintos, pero armónicos.