Resumen:
La embolia pulmonar (EP) se refiere a la obstrucción de la arteria pulmonar o una de sus ramas por material que se originó en otras partes del cuerpo (Trombo, tumor, aire o grasa). La hipertensión pulmonar (HP) se ha definido arbitrariamente como presión arterial pulmonar media (mPAP) ≥25 mmHg en reposo, medida por cateterismo cardíaco derecho. Datos recientes de sujetos normales han demostrado que mPAP normal era 14.0 ± 3.3 mmHg. Dos desviaciones estándar por encima de este valor medio sugerirían mPAP > 20 mmHg por encima del límite superior de la normalidad (por encima del percentil 97.5). Esta definición ya no es arbitraria, sino que se basa en un enfoque científico. Sin embargo, esta elevación anormal de mPAP no es suficiente para definir la enfermedad vascular pulmonar, ya que puede deberse a un aumento en el gasto cardíaco o la presión de la cuña arterial pulmonar. La hipertensión pulmonar tromboembólica crónica se clasifica dentro del grupo 4.1 de hipertensión pulmonar, y se caracteriza patológicamente por material tromboembólico organizado y por remodelación vascular alterada iniciada o potenciada por una combinación de angiogénesis defectuosa, fibrinólisis deteriorada y disfunción endotelial. Estos cambios conducen a la HP y finalmente a la insuficiencia ventricular derecha. La patogenia precisa de hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC) sigue sin estar clara, pero parece ser incitada por una embolia pulmonar aguda.