Resumen:
El conocimiento que se tiene hoy en día sobre el clima es sumamente primordial, ya que cada vez nos estamos acercando más a una etapa donde el ser humano empieza a preocuparse por su permanencia y sobre sus actividades que están involucradas sobre el actuar del clima en su vida cotidiana (Ayllón, 2013).
El clima es el conjunto de condiciones climáticas duraderas en algún punto sobre la Tierra. El clima es dependiente de un enorme conjunto de componentes atmosféricos y oceánicos que de forma compleja actúan en diferentes escalas, por esto los patrones de comportamiento de los fenómenos meteorológicos (tormentas, granizadas y heladas, entre otros) y de las variables climatológicas (temperatura, humedad y precipitación) poseen un efecto directo y heterogéneo en la distribución de la diversidad biológica, la provisión de servicios ecosistémicos y de las actividades humanas. Las anomalías climáticas y cambios extremos han evidenciado la magnitud de su impacto en todos los ámbitos de la población (político, económico, cultural, etc.), por lo que el conocimiento y las perspectivas sobre el clima han llamado mucho la atención tanto en zonas subdesarrolladas como en zonas de mayor crecimiento industrial y tecnológico (Pinilla, 2012).
Sin embargo, México, al considerarse como uno de los países con una amplia variedad de climas en todo el mundo y que cualquier otro país de su tamaño, se sitúa en uno de los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático, por lo que su contexto geográfico y su ubicación entre los dos océanos Pacífico y Atlántico, lo hacen susceptible a diferentes fenómenos hidrometeorológicos de dicha índole (Conde, 2017).