Resumen:
Hace algunos años, el desastre de una pandemia a nivel mundial se veía muy lejos, pero hoy, y aunque aún nos cueste asimilarlo o aceparlo, es toda una realidad.
Esta dio inicio el 17 de noviembre del 2019, cuando se registró el primer caso de Covid-19 en la ciudad de Wuhan, China, y que hasta el momento en que se escriben estas palabras (julio 2021), ha infectado a más de 184,567,307 personas, causando alrededor de más de 4,000,000 de muertes, todo esto en 258 países y territorios.
No cabe duda que esta situación nos ha puesto a prueba en muchos aspectos, pero indudablemente la salud, tanto física como mental, son las que más se han visto mermadas en los últimos meses.
No obstante, hay algo que nos ha causado más dolores de cabeza y es, lidiar con la cantidad de información a la cual estamos expuestos diariamente, especialmente con la que se esparce y difunde a través de las redes sociales digitales.
Y es que no sólo se trata de una batalla por evitar un posible contagio, sino también, sobrellevar todo lo que está relacionado con la pandemia y que constantemente aparece en las plataformas digitales, que puede ir desde textos muy cortos, hasta fotos y videos.
Inclusive, la Organización Mundial de la Salud (OMS), en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicaron a inicios del 2020, un artículo en línea, catalogando a toda esta avalancha de información como un problema, denominándolo con el término de “infodemia”, que no es más que otra cosa que un aumento considerable en relación con el volumen de información y datos relacionados con un tema en específico; en este caso, ese tema es el coronavirus y todo lo que se relaciona con él: número de casos, número de defunciones, síntomas, posibles tratamientos, situación en cada país, medidas preventivas, posibles vacunas, entre muchos otros temas.