Resumen:
El delirium es una patología neurológica que se define como una alteración del nivel de conciencia, alteración cognoscitivas y/o perceptivas de aparición brusca y fluctuante, es la manifestación más frecuente de disfunción del sistema nervioso central en los enfermos críticos, algunos artículos de la Revista de la Asociación Mexicana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva mencionan que existe un infradiagnóstico que va del 66 al 84%, se estima una incidencia que varía entre 15 – 80% de los pacientes adultos ingresados a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), se han descrito factores de riesgo que influyen en el desarrollo de la patología, así como múltiples etiologías, por lo que se recomienda la monitorización rutinaria de delirium a través de escalas predictora de riesgo y escala diagnostica, en 2009 se desarrolló en los países bajos un modelo de predicción llamado PREDELIRIC, permitiendo estratificar el riesgo de desarrollar delirium pasadas las primeras 24 horas del ingreso a la unidad de terapia intensiva clasificando el riesgo como: bajo (0- 20%), intermedio (20-39%), alto (40-59%) y, muy alto (>60%), recomendando que en pacientes que se encuentren en riesgo alto, se modifiquen factores de riesgo y se inicie terapia farmacológica profiláctica. La American College of Critical Care Medicine en sus guías del 2013 para el manejo del dolor, agitación y delirium recomienda la monitorización y diagnóstico de delirum a través de dos instrumentos validados internacionalmente: CAM-UCI (Confusion Assessment Method for Intensive Care Unit) e intensive care delirium screening checklist (ICDSC) con nivel de evidencia A. Los protocolos actuales se enfocan en optimizar la modificación de factores de riesgo y posterior a esto iniciar terapia farmacológica preventiva.