Resumen:
La sepsis neonatal es un grave problema de salud pública a escala mundial por sus altas tasas de morbi-mortalidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el mundo fallecen casi 5, 000,000 de recién nacidos al año, siendo la principal causa de muerte las infecciones, asfixia y prematurez. Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud estiman que de 126.377.000 nacimientos que ocurren cada año en los países en vías de desarrollo, aproximadamente un 20% presenta una infección neonatal. [1,3]
El 98 % de estas muertes ocurren en países en desarrollo y el 30 a 40 % están relacionados con las infecciones. En un estudio de cohorte prospectivo en RN del Nuevo Hospital Civil de Guadalajara "Dr. Juan I Menchaca" en el año 2015 se determino que En México y otros países en vías de desarrollo se informan tasas de 15 a 30 por cada 1000 recién nacidos con una letalidad entre 25 a 30 % [2,44] La sepsis neonatal es una infección invasiva, en general bacteriana, que se produce
durante el período neonatal. Los signos son múltiples, inespecíficos e incluyen disminución de la actividad espontánea, succión menos enérgica, apnea, bradicardia, inestabilidad térmica, dificultad respiratoria, vómitos, diarrea, distensión abdominal, inquietud, convulsiones e ictericia. El diagnóstico es clínico y se confirma con los resultados de los cultivos. El tratamiento inicial se limita a fármacos
específicos contra el microorganismo lo antes posible. [6,35]
La sepsis neonatal es una causa mayor de mortalidad y morbilidad en prematuros y de muy bajo peso al nacimiento, como resultado los médicos debemos realizar evaluación y tratamiento para posible sepsis en pacientes con muy bajo peso al nacimiento, por la presencia de retraso en el diagnóstico y tratamiento que puede empeorar la clínica.