Resumen:
México es una Nación que se ha hecho notar por su cultura, gastronomía, música, bailables y entretenido cine de oro, entre otras cosas. Lamentablemente, al hablar de educación no es de los países sobresalientes, sin embargo, en las últimas dos décadas ha centrado su atención en las exigencias que, el enfoque de la sustentabilidad presenta para que se logre llegar al desarrollo de la nación. A pesar de que las universidades mexicanas se han involucrado cada vez más en temas de sustentabilidad, todavía es insuficiente el trabajo desarrollado, ya que los esfuerzos están orientados a realizar actividades ecológicas o de responsabilidad social, en la mayoría de los casos. Lo anterior, motivó el desarrollo de la presente investigación de corte cualitativo, con el objetivo de conocer la forma en cómo la sustentabilidad se ha institucionalizado en las universidades autónomas de México, y analizar la manera en que éstas han intentado medir sus avances, a través de diferentes herramientas que, en la mayoría de los casos son extranjeras. La perspectiva de investigación cualitativa permitió una amplia recopilación de información en torno a la sustentabilidad, lo que favoreció la adopción de una postura crítico-constructiva, que culminó en la contribución de la sustentabilidad universitaria (SU), cuyos fundamentos epistemológicos se fortalecieron con la experiencia y análisis de los principales actores en el tema, entre los que destacan: • Red de Sustentabilidad Ambiental (RedSA). • Consorcio Mexicano de Instituciones de Educación Superior para la Sustentabilidad (COMPLEXUS). • Alianza de Redes Iberoamericanas de Universidades por la Sustentabilidad y el Ambiente (ARIUSA). • Association for the Advancement of Sustainability in Higher Education (AASHE). • UI GreenMetric World University Ranking. Para generar mayor contundencia a la aportación de la investigación, se analizaron cinco universidades mexicanas y cuatro españolas, con carácter de autónomas, para conocer la forma en que éstas han ido adoptando la sustentabilidad en sus actividades sustantivas y adjetivas, e identificar las complicaciones que han tenido. Dichas instituciones fueron: • Universidad Autónoma de Nuevo León • Universidad Nacional Autónoma de México • Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo • Universidad Autónoma del Estado de México • Benemérita Universidad Autónoma de Puebla • Universidad Autónoma de Barcelona • Universidad de Alcalá • Universidad Autónoma de Madrid • Universidad de Gerona En cuyo tratamiento informativo, de validez y confiabilidad, se utilizaron ocho criterios que comprenden: la neutralidad, la comunicación entre colegas, la triangulación de la información, el análisis de casos negativos, la generalización, la credibilidad, los materiales de referencia y el involucramiento con los lugares de estudio. Respecto a la discusión teórica, se abordó la teoría del institucionalismo, para argumentar la forma en que fueron creadas las universidades y cómo adquirieron la categoría de instituciones. En este proceso, se identifican vacíos del conocimiento y fue necesario apoyarse del neoinstitucionalismo, para explicar la estructura y funcionalidad de las universidades autónomas. Como resultado de este análisis, se identificaron siete dimensiones, a saber: ecológica, social, económica, política, cultural, educativa y tecnológica, que representan la institucionalización de las universidades autónomas en México, desde sus actividades sustantivas y adjetivas. A lo anterior, se sumó la clasificación del proceso de institucionalización de la educación superior de México: 1.- Construcción Normativa de la Educación Superior. 2.- Vinculación interinstitucional (Universidad-Estado-Iglesia). 3.- Separación interinstitucional (Universidad- Iglesia). 4.- Redefinición y Fortalecimiento del Quehacer Universitario. 5.- Colonización de la Educación Superior Mexicana. 6.- Independencia de la Educación Superior Mexicana. 7.- Institucionalización de la Educación Superior en México 8.- Revolución en la Institucionalización de la Educación Superior de México. 9.- Autonomía en la Educación Superior de México. 10.- Institucionalización de la Sustentabilidad en la Educación Superior. Al confrontar las teorías mencionadas con la perspectiva de sustentabilidad, se identificaron coincidencias que, desde la perspectiva universitaria, permitieron deconstruir, adoptar y aplicar el conocimiento obtenido para plantear un paradigma alterno: la sustentabilidad universitaria (SU), el cual explica las características que deben tener las universidades autónomas de México para transitar hacia dicha visión. Ciertamente, es necesario analizar y discutir algunos términos, ya que varias universidades utilizan de manera indistinta: ambiente, ecología, sostenibilidad y sustentabilidad, motivo por el cual se presentó una propuesta, en donde la dimensión ambiental representa una categoría semántica mayor a la de ecología, convirtiéndose en un Macrosistema Complejo Ambiental (MCA). Para brindar una mayor solidez a la SU, el análisis semántico de la sustentabilidad, sostenibilidad y desarrollo sostenible brindó claridad en su dominio, al tiempo que permitió identificar los criterios para determinar si una universidad es o no sustentable. Para ello, fue necesario, el análisis profundo de las cuatro herramientas más utilizadas en las universidades autónomas mexicanas, a saber: • UI GreenMetric World University Ranking • Sistema de Seguimiento, Evaluación y Calificación de Sostenibilidad (STARS) • Red de Indicadores de Sustentabilidad Universitaria (RISU) • Consorcio Mexicano de Programas Ambientales para el Desarrollo Sustentable (COMPLEXUS) Dicho análisis, permitió concluir que en las universidades no es conveniente utilizarlos para determinar si éstas son sustentables, debido a que centran su evaluación en alguna de las dimensiones, es decir, no analizan a las instituciones de educación superior (IES) de forma transdimensional. Como resultado de este análisis, se presentan los criterios para que una universidad sea sustentable, agrupados en las siete dimensiones: ecológica, social, económica, política, cultural, tecnológica y educativa; construyendo con ello, las líneas de acción que forman parte del Modelo de Análisis de Sustentabilidad Universitaria (MASU). El MASU, representa uno de los principales aportes en esta investigación, ya que surge de la crítica a los cuatro instrumentos de indicadores y al análisis realizado a las cinco universidades autónomas mexicanas y cuatro españolas, así como de la discusión con participantes de dos redes nacionales de México (RedSA y COMPLEXUS) y una Iberoamericana (ARIUSA), por lo que no se trata de un collage de indicadores, sino de las necesidades y exigencias que tienen las universidades autónomas mexicanas expresadas en líneas de acción. Posteriormente, para saber si dichas instituciones están transitando hacia la sustentabilidad, se presenta el Instrumento de Diagnóstico de la Sustentabilidad Universitaria (IDSU), con el propósito de que las universidades autónomas de México puedan conocer el grado de avance que tienen hacia la sustentabilidad. En este contexto, se enfatiza que el IDSU no está diseñado para generar comparaciones entre instituciones, sino para que las universidades autónomas mexicanas realicen autodiagnósticos periódicamente (anual), con la finalidad de conocer su Avance de Sustentabilidad Universitaria (ASU). El IDSU, no debe ser confundido con un sistema de indicadores, debido a que éstos representan una mayor complejidad en su diseño, motivo por el cual se abre una oportunidad, en la continuidad de la presente investigación, es decir, cada línea de acción presentada en el MASU podrá ser convertido, por cada universidad, en un indicador que atienda sus necesidades. Las universidades autónomas mexicanas, son espacios que deben llevar una dirección a través de la misión, la visión y los objetivos, en la que indudablemente debe ser incorporada la sustentabilidad, no como un elemento discursivo o como un accesorio, sino como un eje transversal en todas sus actividades sustantivas y adjetivas. Por lo anterior, la sustentabilidad universitaria, se ha convertido en una necesidad que permite transformar mentes y mejorar la funcionalidad de las universidades autónomas mexicanas, para que éstas sean ejemplo en las comunidades que representan, por lo que deben estar abiertas y al servicio de la sociedad, para que más allá de leerse, estudiarse o investigarse, la SU pueda vivirse.