Resumen:
Durante la ingesta de alimentos estamos expuestos a sustancias sintéticas que son capaces de
provocarnos daños hepáticos, afectaciones a la fertilidad y efectos endocrinos, entre estas
sustancias encontramos a los ftalatos que son compuestos empleados como plastificantes, o
aditivos de polímeros adicionados a empaques diversos incluyendo los de alimentos. A lo largo
de los últimos 50 años se han empleado indiscriminadamente, lo que ha promovido su
movilidad en el ambiente. Se realizó un estudio con el objetivo de evaluar la concentración de
los ftalatos de dialquilo en los alimentos que consumen con mayor frecuencia la población
infantil del Valle de Toluca, Estado de México, comparando las concentraciones obtenidas con
los patrones de dieta de los niños de áreas rurales con los de urbanas. Para establecer las
concentraciones reportadas se realizó una búsqueda exhaustiva de la bibliografía relativa a la
presencia de ftalatos en alimentos y sobre estudios de riesgo relacionados con la exposición a
estos compuestos por vía alimenticia. Se elaboró y aplicó una encuesta que nos permitió
establecer la dieta promedio de los habitantes de las zonas rurales y urbanas de la Zona
Metropolitana del Valle de Toluca. Posteriormente se seleccionaron y analizaron 9 matrices de
los alimentos más consumidos con contenido de grasa, empacados y/o con reporte previo de
contenido de ftalatos. Se analizaron 9 matrices alimenticias (grasas, frituras, sazonadores,
cárnicos, pan dulce, jugos procesados y lácteos) encontrando concentraciones máximas de
dietil hexil ftalato (DEHP) en aceites de 5 a 24 mg/Kg, concentraciones de alrededor de 600
μg/Kg en cárnicos y pan dulce y mínimas de 0.33 μg/Kg en masa fresca en crema de leche. El
dibutil ftalato (DBP) se encontró en concentraciones máximas 20 a 5.6 mg/Kg en aceites de
cocina, entre 200 a 750 μg/Kg en cárnicos y pan y las menores concentraciones en lácteos entre
0.04 y 72 μg/Kg de masa fresca. Mientras que el dietil ftalato (DEP) fue los ftalatos con
concentraciones menos frecuentes entre los alimentos analizados, las concentraciones
máximas de DEHP se observaron en aceites de 48 a 52 mg/Kg mientras que en pan y cárnicos
apenas se detectaron entre 0.05 y 0.25 μg/Kg de masa fresca. Los lácteos tuvieron promedios
que van de 0.02 a 451 μg/Kg de masa fresca. Se calcularon las ingestas diarias urbana y rural
empleando las dietas completas observando valores de 253, 76 y 568 μg/kg/día para DEP, DBP
y DEHP respectivamente en el medio urbano, mientras que para el medio rural los valores de
ID fueron de 134, 53 y 415 μg/kg/día para DEP, DBP y DEHP respectivamente. La presencia de
ftalatos en alimentos de alto consumo por la población infantil de zonas rurales y urbanas de la
ZMVT apuntan hacia un riesgo potencial en la población infantil del ZMVT por en el consumo
de alimentos en función de su contenido de grasa y su empaquetado.