Resumen:
Desde la década de los noventa, ha crecido el interés en el ámbito científico por el estudio de los contaminantes emergentes, es decir, compuestos químicos cuya presencia en el medio ambiente ha pasado desapercibida. Los residuos farmacéuticos pertenecen a este grupo y representan un grave problema medioambiental debido a su elevado consumo.
Los fármacos antidepresivos ilustran esta cuestión, ya que se recetan habitualmente en todo el mundo debido al aumento de la incidencia de los trastornos depresivos y de ansiedad, por lo que su consumo ha ido en aumento, siendo los ISRS los fármacos de primera línea que se recetan para contrarrestar los síntomas de estas enfermedades. Además, la pandemia del COVID-19, tras alterar la vida cotidiana con efectos sanitarios y económicos, ha provocado un impacto negativo en nuestra salud física y mental, provocando un aumento de los niveles de estrés, depresión y ansiedad, y por tanto, del consumo de estos fármacos.
La presencia de antidepresivos en diferentes ecosistemas, incluso en concentraciones traza, podría tener un impacto negativo en la biodiversidad, particularmente en los organismos acuáticos, ya que son los más vulnerables debido a su constante exposición al agua, contenida en ríos y lagos contaminados con estos compuestos, durante su ciclo de vida.
En este documento se describen los fármacos antidepresivos, en particular los ISRS, su consumo, sus características farmacológicas, sus efectos ecotoxicológicos en diferentes eslabones de la cadena trófica, así como los métodos y técnicas de eliminación más eficaces publicados en los últimos años.