Resumen:
La pérdida y fragmentación del hábitat tiene efectos negativos sobre las poblaciones de
grandes carnívoros. La conectividad del hábitat es esencial para mitigar los efectos de la
fragmentación, mantener los procesos ecológicos, el intercambio de individuos y el flujo de
genes entre poblaciones aisladas. En las últimas dos décadas se ha destacado la importancia
de la conectividad del hábitat para las especies silvestres y ha aumentado el número de
estudios que abordan este tema. En el primer artículo de esta investigación se propusieron tres objetivos: 1) identificar áreas
prioritarias para la conservación de tres grandes carnívoros en el norte de México, 2) los
corredores que pueden mantener la conectividad entre ellas, e 3) identificar puntos de
constricción que amenazan la conectividad. Se generaron modelos de distribución de
especies para obtener un modelo de consenso de la distribución de cada carnívoro.
Mediante la función inversa del gradiente de probabilidad de los modelos se calculó la
matriz de resistencia entre las áreas prioritarias. Con el software Linkage Mapper,
generamos los corredores, se calculó su centralidad (importancia) y la de las áreas
prioritarias y se identificaron las áreas donde los corredores son más estrechos (es decir,
puntos de constricción). Finalmente, se identificaron los principales elementos de
fragmentación antrópica en los corredores más importantes. Se identificaron 6 áreas prioritarias para jaguar, 20 para puma y 21 para oso negro, además
de 5 corredores para jaguar, 22 para puma y 29 para oso negro. Los puntos de constricción
fueron producidos por campos agrícolas, asentamientos humanos, carreteras o
combinaciones de estos factores. Dependiendo del elemento de fragmentación en cada
corredor, se propusieron estrategias específicas en los puntos críticos, por ejemplo, aplicar
programas de restauración, incluidos los cruces de vida silvestre para mitigar los casos de
muertes en carretera, promover programas de pago por servicios ambientales o
compensación en casos de conflicto, para aumentar el apoyo de los habitantes locales para
la conservación. Los objetivos del segundo artículo fueron: 1) realizar una revisión de la literatura publicada
sobre la conectividad del hábitat para los carnívoros en el continente americano y 2)
caracterizar los países continentales de América a partir de tres variables y su relación con
el número de estudios de conectividad realizados.
Mediante una revisión sistemática de artículos publicados entre los años 2000 y 2020 se
cuantificó el número de estudios por región, país, familia y especie. Identificamos vacíos de
información y caracterizamos cada país incluyendo la proporción de hábitat no modificado,
la riqueza y el porcentaje de carnívoros amenazados, así como el porcentaje de territorio
dentro de áreas protegidas. Se realizaron pruebas de G para verificar si el número de
estudios de conectividad publicados correspondía con estas variables.
Se identificó que existe una tendencia creciente en el número de estudios a través del
tiempo, sin embargo, el número de estudios no es proporcional entre países, entre familias
o entre especies de carnívoros. La mayoría de los estudios se han realizado en
Norteamérica, centrándose en grandes especies de carnívoros como jaguares, pumas y osos
negros. Hay pocos estudios sobre la conectividad del hábitat en países con mayores tasas
de fragmentación, altos porcentajes de especies amenazadas y poco territorio en áreas
protegidas.
Esta investigación generó y actualizó el conocimiento sobre los corredores para tres grandes
carnívoros en el norte de México y brindó una descripción general de los países y especies
de carnívoros que han sido menos estudiadas en el continente americano.