Resumen:
La crisis de hegemonía de Estados Unidos es, en parte, económica y social, derivada del fracaso del neoliberalismo como alternativa a la crisis de acumulación y sus consecuencias sociales, pero sobre todo, resultado de los cambios generados en las estructuras de poder. Dicha crisis de hegemonía podría ser entendida como la pérdida o agotamiento de la estructura económica, la organización política y los instrumentos de orientación ideológica creados con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, necesarios para el mantenimiento de un orden mundial estable. De ahí que Gandásegui, líder fundador del Grupo de trabajo de CLACSO: “Estudios sobre Estados Unidos (GT), asumiera dicha crisis como resultado de un fenómeno que “es global”, pero enfatizara en sus determinaciones internas en relación con la estructura de poder estadounidense, sus cambios en el contexto de la “globalización neoliberal” y se interrogara sobre la capacidad o no de la clase capitalista o burguesía interna de dicho país para enfrentarla, en un contexto de desarticulación y debilitamiento de la clase trabajadora.
Descripción:
La crisis de hegemonía de Estados Unidos fue entendida como la pérdida o agotamiento de la estructura económica, la organización política y los instrumentos de orientación ideológica creados con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, necesarios para el mantenimiento de un orden mundial estable, con el país como epicentro de la dominación. El GT asumió los conceptos de crisis y hegemonía en sentido amplio: el primero, como momento de cambio marcado por la incertidumbre, y el segundo, apegado a la concepción gramsciana, desde “una perspectiva integral”, como capacidad de conducir, guiar, orientar, comandar, dirigir, liderar, gobernar, dominar o establecer alianzas sobre bases de consenso, que opera no sólo en los ámbitos económicos y políticos, sino también en el campo ideológico, intelectual y moral de las estructuras de poder y la sociedad civil, nacionales y globales.