Resumen:
El consumo desequilibrado de alimentos afecta la salud humana y ambiental al utilizar grandes cantidades de agua y tierra, así como al emitir gases de efecto invernadero (GEI) por medio de las cadenas de producción. Así mismo, al ser la alimentación un fenómeno de condiciones múltiples, pueden existir diferentes factores que la modifiquen y con ello su impacto ambiental por medio de la emisión de dióxido de carbono. Aunado a esto, la actual pandemia de coronavirus es el origen de diferentes alteraciones en las esferas sociales y niveles de atención de salud, que ha creado una crisis que marcará el antes y después en la historia actual. Por lo que se deben integrar y analizar las consecuencias de esta enfermedad dentro de temas de importancia social, de investigación y tecnológica, como lo es la alimentación. De esta manera, la presente investigación tiene como propósito evaluar la influencia de la crisis por la pandemia de COVID-19 en la huella de carbono de la aproximación de la dieta de los adultos mexicanos. Abordando y analizando los diferentes determinantes sociales dentro de este paradigma. El método utilizado fue de tipo cuantitativo, observacional, transversal y correlacional. Desarrollándose una encuesta electrónica (a través de Google Forms®) adecuada y validada para la población adulta mexicana, ambos sexos, que residiera en cualquier estado del país y aceptara llevarla a cabo entre los periodos de septiembre a diciembre del 2020. Este instrumento fue nombrado “Alimentación, sustentabilidad y COVID-19” y se difundió por medio de diferentes redes sociales. Obteniéndose un total de 1,114 participantes mayormente mujeres, residentes de la zona urbana, con un promedio de edad de 31 años, con licenciatura terminada y ocupación de estudiantes al momento de realizar la encuesta. Se aplicó un análisis estadístico descriptivo e inferencial que permitió identificar las características de la dieta y su emisión de dióxido de carbono antes, durante y después del confinamiento, por medio de Componentes Principales (CP) y posteriormente por Análisis Clúster (AC). Identificando un cambio en la composición de la alimentación de la muestra en cuestión con variación en la emisión de CO2. Estableciendo que las relaciones entre las consecuencias del coronavirus, los patrones alimentarios y la emisión de dióxido de carbono de la dieta muestran una red de conexiones e influencia entre sí y expone la importancia de mantener un equilibrio entre el comportamiento humano y el ecosistema de donde se obtienen los recursos.
Por lo que las conductas sociales relacionadas a la alimentación deben modificarse hacia objetivos sostenibles que permitan y abonen a un futuro bienestar colectivo. Siendo la aparición de la actual pandemia un parteaguas para las estrategias que aborden lo anterior.