Resumen:
Los usos sociales de las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) y específicamente de la tecnología educativa, han sufrido en los últimos dos años cambios vertiginosos a nivel mundial, a partir de la necesidad que impuso la pandemia por Covid 19 de pasar de la educación presencial
a la educación en línea.
En México se ha afirmado que la pandemia aceleró en 10 años el uso de la
tecnología, en términos de que los profesores y estudiantes la convirtieron en
habitual1
(UNAM, 2021). Sin embargo, ello no adelantó en la misma magnitud la
llamada alfabetización informacional o lo que Beatriz Fainholc ha denominado
el uso inteligente de las TIC2
.
Si bien existe toda una teoría sobre las competencias digitales de los “nativos
digitales”, el tránsito a la educación virtual demostró que una gran parte de los
jóvenes posee elevadas competencias tecnológicas de tipo instrumental, pero no para el uso de la tecnología con fines educativos y de apropiación del conocimiento. Como evidencia el trabajo ¿Nativos digitales o usuarios incautos?, de una de
las autoras de este texto, los estudiantes de nuevo ingreso a la educación media
superior utilizan las TIC fundamentalmente como medios de entretenimiento y
socialización, no como instrumentos cognitivos que potencien las capacidades
mentales y permitan el desarrollo de nuevas maneras de pensar3
.
En virtud de estas consideraciones, el texto que hoy presentamos de Leticia
Laura Reyes Rosales y María del Rocío García de León Pastrana trata un tema
de gran actualidad, sobre el que es necesario investigar y reflexionar. Las autoras
abordan este objeto de estudio desde una sólida perspectiva contextual y teórica,
ubicando el uso de las TIC en el ámbito educativo en un marco interpretativo que
asume la compleja imbricación de los componentes tecnológicos, organizativos
y pedagógicos que intervienen en el mismo. Más allá de una moda estimulada
por la pandemia de Covid 19, la tecnología educativa es una necesidad y un reto
que es necesario asumir desde una perspectiva compleja, que rebase todo determinismo tecnológico y comprenda sus condicionantes pedagógicos, económicos y culturales.
Aunque la investigación se desarrolló con estudiantes de nivel medio superior, las investigadoras también exponen críticamente el rol que les corresponde
a los docentes en el uso pedagógico de las tecnologías digitales para favorecer el
desarrollo del aprendizaje autónomo y el trabajo colaborativo de los estudiantes.
Como muy bien enfatizan, al margen de la relevancia que ahora tienen las TIC en
la educación, el papel del docente es clave para cualquier cambio en el entorno
educativo. La idea de que: no se puede dejar a un lado que primero es la pedagogía
y luego la tecnología nos parece especialmente relevante para comprender la tecnología educativa en nuestros días.El reto para el docente, como acertadamente
señalan las autoras, es enfrentar nuevas formas de enseñar, que adapte su clase
a su entorno, pero en función de la formación y actualización que requiere para
que lleve a cabo cualquier implementación.
En este texto se realiza un verdadero “Estado de la Cuestión”, sistematizando
diversas investigaciones, con énfasis en Latinoamérica, que aportan datos relevantes sobre las diferentes modalidades de Educación virtual y en línea, y sobre
los usos que a ellas se le otorgan por los diferentes actores (docentes y estudiantes) en el ámbito educativo.
La obra está estructurada en tres capítulos, cada uno de los cuales brinda elementos relevantes para la integración de los postulados y principios planteados y
la articulación Teoría-Marco contextual-Resultados empíricos. En el Capítulo
I: Las tecnologías de la información y la comunicación: conceptos, usos y apropiación, se abordan los referentes conceptuales de la Sociedad de la información
y el conocimiento, así como un conjunto de conceptos sobre las TIC y sus Usos
Sociales, lo que nos permite obtener una visión de la tecnología desde lo social
y no desde lo tecnológico. En el segundo capítulo: Las tecnologías aplicadas a la
educación, se delimita el estudio a los usos de las TIC a los adolescentes y se contextualiza al caso específico de México, con lo que la obra se desplaza de lo general y conceptual o lo específico-contextual.
Por último, el Capítulo III expone los resultados de la investigación realizada
sobre el Uso de las TIC en estudiantes de nuevo ingreso al Bachillerato Universitario, investigación sustentada en un sólido enfoque metodológico, elementos
que se hacen explícitos en el texto. La muestra utilizada fue de 444 adolescentes
entre 14 y 18 años de diferentes planteles de la UAEMex. Estos resultados develan importantes hallazgos y constituyen el punto de partida para la formulación
de políticas y programas relacionados con las TIC en el ámbito educativo y especialmente en educación media superior.
A partir de los elementos planteados consideramos este texto como un material de gran relevancia teórica y práctica para los docentes y para el personal
encargado de la toma de decisiones en este ámbito educativo, cuya importancia
es y será cada vez mayor en la sociedad contemporánea.