Resumen:
Durante los últimos 50 años, los gobiernos mexicanos se han caracterizado por la inducción de políticas públicas y programas sociales a los que se dedican gran parte de los recursos estatales, y con los que se ha intentado establecer una relación de cercanía con la sociedad, una relación cimentada en un modelo asistencial cuyo objetivo transgeneracional ha sido disminuir las brechas de desigualdad social.
En el año 2018, México fue tierra del proceso electoral que vino a modificar nuestra forma de observar al poder, la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia no solo implicó un proceso de transición presidencial, sino que, a nivel político, ese momento representó el golpe más duro que han vivido los partidos políticos de México al observar que sus capacidades de hacer frente al nuevo proyecto de gobierno eran casi nulas y, más importante, su fuerza de incidencia social disminuía.
A nivel gubernamental, 2018 marcó el inicio de nueva forma de relacionamiento entre la autoridad pública y la sociedad mexicana; en el ideario de más de 30 millones de mexicanas y mexicanos se formó la posibilidad de alcanzar una relación de mayor cercanía, menos administrativa y más humana, en gran parte, por la imagen y personalidad propia del Presidente López Obrador.
La contundente victoria del proyecto Obradorista abrió la posibilidad de que se estableciera, sin grandes obstáculos políticos, una ruta de desarrollo alejada de los modelos anteriores, situación que favoreció para que el Presidente alcanzara un nivel de legitimidad social casi desconocido para México.
Este proyecto, también llamado “Cuarta Transformación”, enmarca la intención del gobierno por atender, de manera prioritaria, a los sectores que habían sido olvidados por las administraciones pasadas, entre estos, el que más causó revuelo por aparecer en la lista de prioridades fue un sector de la juventud, un sector que para la sociedad en general no ha merecido la atención ni del sector público ni del privado, las juventudes mexicanas que no estudian y no trabajan.