Resumen:
Pirrón de Élide ha estado siempre rodeado de misterio. Está sin estar, pertenece sin pertenecer. No es extraño, entonces, que las palabras que integran lo que de su vida y pensamiento ha llegado hasta nosotros sean las mismas que definen el estado ambiguo de su recepción: como el personaje-filósofo que es, resulta para nosotros igualmente indiferente, inestable e indeterminado.