Resumen:
Históricamente la alternancia ha sido un fenómeno directamente asociado con la democracia
dado que nos permite evaluar su grado de evolución y características intrínsecas, tales como la
dinámica del sistema de partidos, niveles de competitividad, conductas electorales, entre otras,
de ahí que exista un profundo interés en la materia, lo cual se ve reflejado en el basto reservorio
de publicaciones. Aunque el imaginario colectivo concibe la alternancia como un evento
unidimensional lo cierto es que este es más complejo de lo que realmente suele intuirse, esto
se debe a que su naturaleza la vuelve dependiente de otros factores, en este sentido, para
poder comprender dicho fenómeno se hace de vital importancia estudiar los elementos que la
hacen posible.
Para el caso mexicano existe un especial énfasis en el tema puesto que suele emplearse como
parámetro de referencia cuando se aborda la historia de la vida política nacional en la época
post revolucionaria, puesto que marca la frontera entre el antiguo régimen de bases monolíticas,
así como autoritarias y el nuevo orden donde el pluralismo además de la competitividad
predomina como características fundamentales. Si bien cuando se plantea la cuestión de la
alternancia en México suele pensarse en un evento homogéneo lo cierto es que aquel desde
sus inicios mostró importantes asimetrías las cuales perduran hasta nuestros días, normalmente
cuando lidiamos con esta clase de fenómenos es común dar con situaciones atípicas que nos
hacen reflexionar y replantearnos ciertas