Resumen:
En los últimos años, el estudio de la conducta animal se ha incorporado a proyectos que buscan la recuperación de especies. En trabajos de reintroducción o traslocación de especies, identificar la personalidad de los candidatos animales ha servido para sugerir quiénes podrían tener mayores posibilidades de supervivencia en el medio natural. Estos hallazgos pueden aplicarse al lobo mexicano, con el objetivo de promover un mejor manejo en los diferentes programas de su conservación.