Resumen:
El desarrollo económico se presenta como un paradigma de vida contemporáneo de las sociedades desarrolladas que promueve la acumulación de capital, la búsqueda de la felicidad y el consumo de bienes materiales de forma excesiva. Se establece como un modelo económico cuyo objetivo busca elevar la calidad de vida de sus habitantes, generar riqueza y procurar el bienestar material de su sociedad.
En su estructura, las actividades humanas están orientadas hacia la generación de capital en función de los métodos y técnicas que cada país posea, de tal manera que, el índice de desarrollo humano y el Producto Interno Bruto se convierten en parámetros que sirve para medir el avance o retroceso del crecimiento económico por lo que los esfuerzos van encaminados hacia el aumento de la riqueza, la producción de objetos materiales y el consumo desenfrenado.
Las actividades como el trabajo, la agricultura, la ganadería o la minería están orientadas en satisfacer las necesidades de las sociedades consumidoras al tiempo que van de la mano con el estilo de vida consumista caracterizado por la acumulación y la compra de artículos innecesarios que, en la mayoría de los casos, no cubren las necesidades básicas, por el contrario, atienden a los intereses de las minorías dominantes y la sociedad de desarrollo que se instauran como visiones de vida actuales.
Los medios de comunicación masiva juegan un papel determinante en el desarrollo económico porque promueven el consumismo a través de la mercadotecnia y la publicidad. Este conjunto de técnicas y procedimientos generan un tipo de pensamiento distópico en los individuos que crean un falso referente de lo que debe ser la vida y la sociedad actual.
Esto significa que los hábitos y costumbres de los seres humanos están condicionados bajo la lógica del desarrollo económico. Un modelo económico que cosifica la subjetividad humana y promueve el egoísmo, el individualismo, el acaparamiento y el
uso irracional de los bienes comunes naturales tiene que estar sujeto a revisión, sobre todo, si atenta contra la vida de los desprotegidos, percibe a la naturaleza como un objeto y distribuye la riqueza de forma irregular.
Por ello, es necesario un trabajo reflexivo que permita la comprensión global de las implicaciones eco-sociales derivadas del desarrollo, pero también como posibilidad para encontrar modos de vida alternativos que incidan en la deconstrucción del imaginario consumista de Occidente, construcción mental derivada de la visión antropocentrista implícita en la lógica del desarrollo.