ANÁLISIS ECONÓMICO EN CERDOS ENGORDADOS CON DOS FUENTES DE PROTEÍNA (PASTA DE SOYA Y HARINA DE CANOLA) EN SU DIETA

Abstract

La economía estudia la manera en que las personas o empresas toman decisiones bajo condiciones de escasez, así como las implicaciones de estas decisiones para la sociedad en general. Bajo este contexto si se considera que los costos de alimentación en la engorda intensiva de cerdos en muchas ocasiones representan más del 75%, en este sentido, de manera continua resulta indispensable buscar alternativas de uso en los ingredientes que representan la mayor proporción de la dieta de los animales, con la finalidad de mejorar la eficiencia y rentabilidad del sistema de producción. De manera convencional el ingrediente proteínico que se utiliza para cubrir los requerimientos de aminoácidos en la alimentación de los cerdos, es la pasta de soya esto es porque su perfil nutricional (48 a 58% de PC, despendiendo de su método de extracción) puede reunir la mayoría de los compuestos nitrogenados que necesitan este tipo de animales; sin embargo en muchas ocasiones este ingrediente es escaso o su costo es bastante elevado lo cual obedece al lugar geográfico donde se ubican los sistemas de producción, como es el caso de la zona sur poniente del Estado de México, donde el transporte incrementa fuertemente el precio de los insumos. Bajo esta situación resulta importante buscar fuentes de proteína alternativos como es la pasta de canola económicos (10 a 15% más barata, con respecto a soya) que a pesar de presentar algunas desventajas nutritivas como es el contenido de energía con respecto a las pasta de soya (2.6 vs 3.4 Mcal/kg MS) y un menor contenido de proteína (9 a 13 unidades porcentuales), aunque la Canola presenta mayores valores relativos de treonina y aminoácidos azufrados. Además a nivel mundial, la producción pasta de canola se ha demandado en mayor cantidad, debido a que el aceite extraído de ésta oleaginosa presenta mayor cantidad del ácido graso linolénico, y la sociedad tiende a consumirlo más el aceite de canola, mejorando así la ingestión de ácidos grasos insaturados, lo que podría disminuir problemas cardiovasculares en la población.