Resumen:
El riesgo que se tiene por tener un animal, ha representado para los dueños una responsabilidad, ya que cuando causan daños éstos a terceros, se ven obligados a repararlos por los mismos dueños o incluso por compañías aseguradores. Desde un aspecto penal por lo regular existe una compensación económica lo que ha implicado que los responsables se liberen de dicha sanción corporal, ante el daño causado.
El tener un animal implica un cuidado constante, ya que es un ser viviente que de acuerdo a su naturaleza puede llegar a causar un daño, por culpa del dueño o por caso fortuito o fuerza mayor. Incluso ante el maltrato y sacrificio del animal sea de manera negligente o dolosa se sanciona dicha conducta en distintas legislaciones. Por lo que su regulación es muy importante tanto para el grupo social en que vive y para toda la sociedad por los riesgos que ello implica.