Resumen:
El artículo ofrece un acercamiento etnográfico a los conductores de bicitaxi que eran en Xonacatlán, Estado de México. El objetivo central es dar cuenta de la construcción de la identidad grupal que se da entre los conductores
bicitaxistas y que, de alguna manera, releva a aquella otra correspondiente con las actividades rurales, que imperaban en el municipio hasta hace unas décadas. Los hallazgos apuntan a un municipio al que “le llegó la ciudad” y en el que hoy los trabajadores de bicitaxis no sólo han construido su identidad colectiva a partir de su actividad, sino que también han reordenado subjetivamente su entorno y se relacionan con él a través de máquinas que llevan “algo” de cada uno de ellos,
expresado en sus modificaciones mecánicas y estéticas. Todo ello se condensa en la convicción “ya somos parte de Xona”, como consolidación de un proceso identitario.