Resumen:
Esta obra surge de la necesidad de exponer el fulgor violento de la palabra en la oscuridad caótica del pensamiento. Aquí, la tiniebla es abismo, serenidad, la sed infinita en el vacío de lo nocturno, donde súbitamente irrumpe la tormenta, la cólera del cielo en su máximo esplendor, aquella que nos estremece y nos asombra, nos hace verdaderamente indefensos ante el poder de la naturaleza; el huracán y el terremoto son lugares comunes; en Resplandor en las tinieblas, principalmente la imagen estridente del relámpago, cuyo fulgor lírico está destinado a traducir los gritos, la ira, el llanto y todas las rabietas de los espectros evanescentes de la memoria en poesía.