Resumen:
El matrimonio fortalece las instituciones sociales, jurídicas y políticas del país; este vínculo es fuente primordial de familia, la que constituye un núcleo social y es
sinónimo de igualdad. Pese a la imposicion en fuente constitucional, del deber de
proteger su organización y desarrollo, no es tutelada debidamente en los procedimientos de divorcio incausado y voluntario en el Estado de México. Es así,
por privilegiarse el interés de los cónyuges, respecto a la obtención de la
sentencia de divorcio, la que se emite con tal celeridad, que la disolución del vínculo conyugal se convierte en un decreto, casi de trámite. Consecuentemente,
los juzgadores no tienen oportunidad de conocer la problemática existente en el matrimonio, aunado a la digitalización que prevalece en los juicios por la terrible pandemia del COVID 19; entonces su vuelve una tarea mayor restaurar los lazos familiares. o El matrimonio es una institución de carácter público y de marcado interés social;
preservarla es un deber para el Estado. Sin embargo, las herramientas legales con que cuentan los jueces en los procesos de divorcio incausado y voluntario, son insuficientes para tutelar debidamente esta institución y sanar las relaciones conyugales afectadas. Esto, pese a la contribución de los expertos para sacar avante la junta informativa, pues para tal efecto, es necesario la voluntad de
ambos, lo que prácticamente resulta imposible cuando la comunicación se ha terminado.
o El presente trabajo de investigación tiene como propósito, realizar un diagnóstico objetivo, respecto a los factores que inciden en la ineficacia de las audiencias de avenencia en los procedimientos de divorcio en el Estado de México, para, en su caso, proponer la instrumentación de las medidas de orden legislativo o práctico, que doten a los juzgadores de herramientas pertinentes para lograr la justicia restaurativa en los procesos de divorcio, a fin de restaurar las relaciones familiares de manera efectiva.