Resumen:
La actual crisis derivada de la pandemia del virus SARS-CoV-2 ha sido provocada, en gran medida, entre otros factores, por la facilidad que tiene la sociedad actual para moverse entre zonas y regiones en el territorio. Las pautas de contacto personal, así como la posibilidad de desplazarse a grandes distancias en relativamente poco tiempo han favorecido el crecimiento
del fenómeno y las amenazas para la salud de la población. Muchas de las actividades humanas han sufrido cambios en su desempeño y muchos de éstos permanecerán en el futuro. La movilidad es una de estas actividades que ha sido severamente controlada en la intención de combatir la propagación del virus. Desde la aparición de éste en Wuhan, China, los gobiernos impusieron severas restricciones en los desplazamientos en todos los medios y servicios de transporte (Null y Smith, 2020). El control de la movilidad puede considerarse como una media que contribuye a la resiliencia del sistema y que coadyuva a la sostenibilidad urbana del mismo. Se requiere un mayor análisis de la relación movilidad-resiliencia-pandemia bajo un marco analítico objetivo. Por lo anterior, el presente capítulo propone un marco teórico-cognitivo que contribuya a un mejor entendimiento de las relaciones entre la movilidad de la población y la magnitud de la pandemia del virus SARS-CoV-2, para contribuir a la sostenibilidad y resiliencia de la ciudad desde el enfoque de los sistemas complejos y la dinámica urbana.