Resumen:
El trabajo de traducción de obras filosóficas es una tarea compleja, ya que consta no sólo de tecnicismos especializados, sino que también pertenecen en parte a una rama científica, y si se le agrega el hecho de que se está trabajando muy específicamente con un tipo de pensamiento disciplinar, la tarea se complica más.
Hacer una diferenciación de conceptos importantes como la traducción científica y la técnica tienen un enorme peso a la hora de trabajar en una traducción compleja, puesto que, a pesar de ir muchas veces de la mano, los traductores inexpertos en estas ramas suelen cometer errores exorbitantes, si se añade que el trabajo, además de todo, es filosófico; los errores pueden llegar a incrementar en tal magnitud, que no se logra obtener un trabajo coherente.