Resumen:
La ruptura del ligamento cruzado anterior (ACLr) es una de las lesiones más frecuentes que se presentan en la rodilla, debido a un desplazamiento anterotibial excesivo mientras esta articulación intenta mantener la estabilidad durante movimientos de aterrizaje, cambios de dirección o desaceleración. En su mayoría, el tratamiento inicial para la reconstrucción del ligamento dañado requiere de intervención quirúrgica. Sin embargo, el tiempo de recuperación de esta lesión puede tardar de seis meses hasta dos años, ya que el paciente presenta una gran debilidad funcional, alteración en la actividad muscular y propiocepción del movimiento después del reemplazo del ligamento. Debido a esto, aunque el paciente complete un plan de rehabilitación establecido, existe un porcentaje del 45% de personas que no logran regresar a las condiciones funcionales previas a la lesión. Además, el riesgo de sufrir una segunda lesión relacionada con la rodilla afectada es muy alto, ya que existen muchos factores externos e internos que, a pesar de que el sujeto ya no presente molestias, no le permiten evitar una segunda lesión.
El objetivo de este estudio fue implementar un análisis cuantitativo basado en parámetros de cinemática y electromiografía (EMG), generando una base de datos de sujetos control con una caracterización previa de parámetros cinemáticos y de EMG, entre pierna dominante (PD) y pierna no dominante (PND), así mismo, entre sexos. Posteriormente, comparar esta base de datos caracterizada con sujetos que han sufrido ACLr, y que recibieron el alta médica. Se esperó encontrar diferencias significativas en el rango de movimiento (ROM) y en la actividad muscular en los sujetos del grupo patológico durante la realización de diferentes pruebas funcionales diseñadas para evaluar la biomecánica de la rodilla.
Para la base de datos, se reclutaron 72 sujetos control (21± 2 años, 32 hombres (H), 40 mujeres (M)), y para el grupo con ACLr se lograron reclutar 10 personas voluntarias (23 ± 2 años, 8 H, 2 M). Los sujetos ejecutaron cinco pruebas funcionales: sentadilla, desplante, aterrizaje en un pie y equilibrio sobre una pierna. Para el análisis de cinemática, se colocaron 17 marcadores en la pelvis y extremidades inferiores para la captura de movimiento, con los cuales se obtuvo la flexión máxima de la rodilla realizada en cada prueba funcional. Para el análisis de EMG, se emplearon ocho sensores colocados bilateralmente en el Vasto Lateral (VL), Vasto Medial (VM) del grupo de cuádriceps; Semitendinoso (ST) y Bíceps Femoral (BF) del grupo de isquiotibiales. Se calcularon los parámetros: Raíz Cuadrada del Valor Medio de los Cuadrados (RMS), Área Bajo la Curva (AUC) y la Frecuencia Media (MNF), que se utilizaron para describir la respuesta muscular durante las pruebas físicas.
Los resultados de cinemática no reportaron diferencias estadísticamente significativas entre el grupo control y el grupo con ACLr en las pruebas funcionales aplicadas; sin embargo la flexión máxima alcanzada de la rodilla fue mayor para el grupo control en la prueba de sentadilla y desplante, en cambio, para la prueba de caída el grupo con ACLr presentó una flexión mayor. En el análisis de EMG se encontraron diferencias significativas (p<0.05) en la prueba de sentadilla en la MNF (ST). En la prueba de desplantes hubo diferencias en los parámetros RMS (VL, VM y BF), AUC (VM y BF) y la MNF (VM y ST). En la prueba de aterrizaje sobre un pie, sólo se presentaron diferencia en RMS (VM, ST y BF) y la MNF (VM). Al realizar el equilibrio sobre un pie, la MNF fue el único parámetro con diferencia significativa (VL, ST y BF).
La implementación de cinemática y EMG para la valoración de sujetos con ACLr a partir de un análisis cuantitativo permite encontrar alteraciones en el movimiento y la actividad muscular posterior a la lesión. Esto ayudará a identificar los factores que complican una recuperación completa o, en caso favorable, confirmar que el sujeto se encuentra en condiciones óptimas para regresar a la actividad física.