Resumen:
La práctica del culturismo está relacionada con el uso de sustancias ergogénicas, la dependencia al ejercicio, los síntomas de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y de la dismorfia muscular (DM). La mayoría de los estudios acerca de este campo se han realizado en hombres. En el caso de las mujeres, estos temas se han abordado en diferentes partes del mundo, sin embargo, en
Latinoamérica la investigación es aún limitada. Además, los expertos han advertido sobre las consecuencias acerca del consumo de sustancias y a su fácil acceso, así como las implicaciones psicológicas y los riesgos de presencia de trastornos relacionados con la imagen corporal. Por tanto, el objetivo de este estudio es investigar las diferencias en el uso de Suplementos Alimenticios (SA) y Esteroides Androgénicos Anabolizantes (EAA), así como la sintomatología de DM y TCA, en mujeres adultas culturistas competidoras y culturistas recreativas. Se realizó un estudio no experimental, con un diseño transversal, que aporta información descriptiva e inferencial entre las culturistas competidoras y culturistas recreativas, con base en los datos obtenidos a través del análisis de composición corporal y cinco instrumentos de autoinforme (Inventario de Trastornos Alimentarios, Escala de Motivación por la Musculatura, Escala de Satisfacción de Apariencia Muscular, Escala de Dependencia al Ejercicio Físico –Revisada y
Cuestionario de uso de sustancias). La muestra se configuró por 100 mujeres culturistas (50% competidoras y 50% recreativas), de entre 17 y 53 años. Los resultados indicaron que las culturistas competidoras presentaron menor porcentaje de grasa y mayor porcentaje de masa libre de grasa que las culturistas recreativas. Se encontró un alto porcentaje de consumo de SA (94% de competidoras y 70% de recreativas) y EAA (74% de competidoras y 2% de recreativas). Las culturistas competidoras mostraron mayor dependencia al ejercicio y más síntomas de DM que las culturistas recreativas. En lo respondiente a los síntomas de TCA, tanto competidoras como recreativas rebasaron el punto de corte por subescalas, específicamente presentaron diferencias en
las puntuaciones de la subescala de Insatisfacción corporal, donde es mayor la cantidad de culturistas competidoras quienes rebasaron el punto de corte. Los hallazgos de este estudio permitirán el desarrollo de programas orientados a la promoción del deporte sano y limpio (libre de dopaje), así como el diseño de programas de prevención y tratamiento de TCA y DM en poblaciones de alto riesgo, como son las culturistas competidoras y las culturistas recreativas.