Resumen:
Hace casi treinta años, mientras realizaba trabajo de campo etnográfico en un pueblo rural del noroccidente de Michoacán, presencié una escena reveladora sobre la diversidad, la intercul- turalidad y el miedo “al otro”. En ese lugar con más de cien años de tradición migratoria, una mañana una niña de once años irrumpió asustada en la casa donde yo entrevistaba a su madre. Alarmada, nos dijo que afuera pasaba una persona “muy rara” que le provocó temor, por lo que entró corriendo a refugiarse.
Salimos a investigar y resultó ser un médico mexicano, segun- da generación de una familia de origen nigeriano, con el que yo había hablado semanas antes en otro pueblo. Andaba buscando dónde establecer un negocio farmacéutico. Lo que más llamó la atención de la niña fue el color de piel del médico. Nunca había visto en persona a un hombre negro.