Resumen:
Actualmente uno de los problemas que enfrenta la sociedad, y las instituciones
educativas es el bajo rendimiento académico y la deserción.
En México se ha observado un rezago educativo así como altos niveles de reprobación
y deserción principalmente en la educación a nivel medio superior.
En cifras generales y como promedio nacional en México, de cada 100 alumnos que
inician estudios de licenciatura, entre 50 y 60 concluyen las materias cinco años
después y de estos, tan sólo 20 obtienen su titulo y solamente un 10%, o sea, 2
egresados lo hacen a la edad considerada como deseable, los demás lo hacen después
de los 27 años.
Los estudiantes de medicina no están exentos al problema de deserción, además,
debido a la exigencia misma de la carrera, ellos son una población estudiantil
vulnerable a padecer problemas emocionales. Además la Licenciatura de Médico
Cirujano es considerada una de las licenciaturas en donde existe mayor porcentaje de
deserción.
Durante la vida escolar el discente tiene que enfrentarse a diferentes situaciones
familiares, de relaciones personales, problemas emocionales, problemas académicas,
insatisfacción con los estudios, que le predisponen a enfrentarse a experiencias
negativas como el bajo rendimiento académico y en casos extremos a la deserción.
El fracaso del estudiante evidencia una realidad que afecta no sólo al alumno, sino a su
familia, profesores y a la sociedad en general.
Es importante explicar la conducta de abandono y el bajo rendimiento de los
estudiantes como reflejo de los aspectos psicológicos de cada estudiante. También es
importante conocer cuáles son los factores intrínsecos del estudiante asociados con el
rendimiento académico, que le permiten culminar con sus estudios, como la resiliencia y
el engagement.
La resiliencia se enfoca hacia un desarrollo sano y positivo, edificándola desde las
fortalezas de cada uno para construir su proyecto de vida personal, y de esta manera
tener un estado mental positivo relacionado con sus estudios y pueda en un futuro
enfrentar los retos de una forma adecuada a lo largo de su vida.
El engagement académico, se define como un estado mental positivo relacionado con
los estudios, caracterizado por el vigor y altos niveles de dedicación a los estudios y
absorción en las tareas, lo cual puede estar asociado con el rendimiento alto, cuando el
alumno dedique más tiempo a sus estudios.