Resumen:
El concepto de lectura fácil es relativamente joven, pues cuenta con poco más de 50 años. Esta propuesta se remonta a la zona escandinava, donde tiene su origen a finales de la década de los años 60, cuando la Agencia Sueca de Educación publica un libro en lectura fácil (Medina Reguera & Balaguer Girón, 2022). Posteriormente empieza una lenta difusión por Europa,
siendo promovida por la IFLA (Asociación Internacional de Bibliotecarios) y por la Liga Internacional de Asociaciones de Personas con Discapacidad Intelectual (Jiménez, 2020). Su aportación fue el establecimiento de pautas de redacción para facilitar la comprensión de cualquier texto.
Más recientemente, en el 2018, la Asociación Española de Normalización (AENOR) publica la norma UNE de Lectura Fácil, que consiste en el desarrollo de pautas y recomendaciones que abarcan la redacción de textos, el diseño de estos, maquetación de textos escritos (libros, revistas) y a
la certificación del nivel de comprensión lograda buscando hacer accesible la información.
La lectura fácil es la consideración del diseño de información escrita, documentos o material impreso donde se privilegie su accesibilidad, buscando facilitar su entendimiento. Consiste en el reconocimiento de la diversidad
en las personas, que implica que no todas presentan la misma capacidad de comprensión derivado de la edad avanzada, problemas visuales o discapacidad cognitiva.
La diversidad de los diferentes usuarios suele ser reconocida en el concepto de accesibilidad en la lectura e información, de esta diversidad deriva el hecho de que se proponga presentar diferentes versiones de lectura, por ejemplo, en algunos sitios web, existen versiones simultáneas bajo la nota de “versión en lectura fácil” junto a la “versión estándar o difícil”.
La lectura fácil está destinada a un amplio abanico de grupos de personas que van desde personas que se encuentran con dificultades situacionales(como no dominar la lengua o niños en formación de lectura), hasta personas con discapacidad intelectual, cuyas necesidades demandan estos ajustes en la información escrita.