Resumen:
Hablar de medio ambiente en México se ha convertido en toda una hazaña desde la
perspectiva jurídica, y es que si bien la nación mexicana no es ajena a la atención de
la problemática del deterioro ambiental, el marco regulatorio con el que se cuenta
todavía dista mucho de atender debidamente un cuidado al ambiente previo a que se
produzca alguna afectación.
El enfoque hasta ahora ha tenido poco éxito en sus aras de conservación del entorno
en el que nos desarrollamos, y no es precisamente por falta de normatividad, dentro
de México llegamos incluso a tener una sobre regulación del mismo, esto deriva de la
falta de enfoque y criterio en el momento de legislar en el hacia donde se quiere llegar.
Es decir, la situación y condiciones actuales del desarrollo humano con relación a las
afectaciones ambientales y al deterioro del entorno, han rebasado los supuestos
previstos por la legislación ambiental existente, y al ser un tema tan polémico, cuesta
el llegar acuerdos entre los distintos sectores que realmente tengan un impacto
benéfico a largo plazo.
De tal forma que aun cuando contamos con diversos mecanismos protectores del
ambiente como un derecho humano, tanto jurídicos como prácticos, estos no han sido
suficientes para cuidar este precepto a cabalidad, tan es así que debido a la falta de
especialización sobre el tema en gran medida se vuelven recursos propios de quienes
dañan el ambiente.
La eficiencia y suficiencia de los mismos es un tema que nos atañe a todos y que si se
retoma como base una propuesta generada desde las diferentes visiones y
actuaciones de los involucrados, traerá consigo una adecuada adaptación de la norma
a vigilar previo al daño ambiental velando por la protección misma del ambiente y por
tanto del derecho humano.