Resumen:
El control presupuestal es la facultad más importante para los parlamentos modernos
y es parte fundamental del equilibrio de poderes. Al aprobar el destino del gasto público
y dar seguimiento a su aplicación, el Poder Legislativo busca asegurar que los recursos
con los que contribuyen sus representados sean aplicados en beneficio de la sociedad.
Durante la negociación presupuestal se observan prácticas fuera de los espacios
formales, lo que puede llevar a disminuciones en la incidencia del Legislativo. Al tener
grandes implicaciones políticas, es frecuente la existencia de disputas entre los
diferentes actores. En México ha sido posible observar situaciones de conflictos entre
los tres Poderes, que han evidenciado la necesidad de modificar el marco legal para,
a su vez, fortalecer el papel que pueda tener la Cámara de Diputados.
De manera general, existen tres sistemas legislativos presupuestales, que se
caracterizan por enfatizar las labores parlamentarias antes de la aprobación del
Presupuesto, durante su implementación, o, una vez ejercido, para llevar a cabo una
fiscalización detallada.
A partir de la experiencia internacional, México podría retomar algunos aspectos para
lograr una modernización institucional del ciclo presupuestal, como la adopción de un
Consejo Fiscal o el fortalecimiento de la Transparencia, tanto en la recaudación como
en el ejercicio de los recursos. Además, se recomienda profundizar el sistema de
rendición de cuentas, haciendo obligatorio el seguimiento al gasto público.
Es indispensable que al discutir las posibles modificaciones al marco jurídico del
Presupuesto, se tenga como prioridad mantener el principio democrático, esto es,
asegurar la participación de los diversos actores y propiciar un análisis informado por
parte de la sociedad, buscando siempre mantener los principios de eficacia, eficiencia
y economía en el uso de los recursos públicos.